No basta con que te gusten los animales...

 Todos o casi todos nosotros nos hemos querido dedicar a esto por que nos encantan los animales, a unos más a otros menos pero la conclusión es que nos gustan, por eso generalmente nos decidimos a dedicarnos en el mundo de la veterinaria en cualquiera de sus ramas. Yo, y seguramente tú que ahora me lees nos hemos inclinado a ser auxiliares y si ya sabes cómo es ese mundo y lo has amado entonces es que eres de los míos, ya que ser auxiliar de veterinaria mola. Mola siempre y cuando hayas aprendido a amarlo ya que no es fácil. 

 Que nos gusten los animales no es suficiente para embarcarse en este fascinante mundo, tienes que saber que una vez en la clínica todo cambia. He conocido a muchos con unas expectativas un tanto extrañas y luego se llevan la monumental decepción, luego están las personas que (como yo) nos mentalizamos para  lo malo, cosas muy malas, terribles que nunca sabrás hasta que no te veas en la situación, la agonía de los animales es sobrecogedora, por mucho que intentes hacerte el fuerte siempre es algo que te afecta.
Yo tardé en adaptarme un mes y largo al ritmo y a las consecuencias (aún me cuesta lo último) de nuestro trabajo, ya que es un trabajo muy duro, te agota tanto física como mentalmente de una manera que hasta que no lo experimentes no sabrás como sobrellevarlo.
¡Ojo! no te estoy desalentando, sólo te aviso de lo que te vas a encontrar por que no todo es cuidar a nuestros adorables (y no tan adorables) pacientes, hay que tener la clínica limpia en la medida de lo posible así que sí, vas a tener que limpiar bastante aunque la clínica tenga su limpiadora, ya que es nuestra zona de trabajo y por ello las manchas de sangre, las deposiciones de las necesidades de ellos, vómitos, babas o pelos esparcidos es algo muy común y por ello hay que tener siempre a punto la clínica. Nunca olvides que eres el ayudante del veterinario, por que siempre hay que estar atento a sus necesidades en el trabajo, siempre tener limpia la mesa de exploración por muy caótica que sea la situación, tener listo lo que el veterinario vaya a necesitar de antemano, hay que proporcionar seguridad a nuestros compañeros y sobre todo a los pacientes. Generalmente nosotros nos encargaremos de poner vías o catéter, de la extracción de sangre, de la realización de analíticas y otras pruebas (rayos x, tintar muestras para microscopio...), hacemos limpiezas bucales, también ponemos sondas, paseamos a los pacientes, les damos de comer, mantenemos sus estancias cuidadosamente limpias (particularmente hay que hacer una desinfección profunda con las estancias de los animales infecciosos), también los medicamos de ahí la importancia de saber cargar las jeringas, suplementamos sus sueros, reponemos las consultas, y nos encargamos de guardar e identificar los cadáveres y  millones de funciones más que tenemos. Todo lo que te he dicho es por orden y supervisión del veterinario obviamente en el trabajo, no sé si todas las clínicas tienen la misma política que la mía pero por lo general la norma es la siguiente: mirar y no tocar, es decir, no puedes manipular a un paciente directamente ya que ése es el trabajo del auxiliar contratado, así que aquí va una de las primeras grandes decepciones pasarás mucho tiempo limpiando y ayudando al auxiliar contratado en la medida posible, te enseñaran a sujetar los animales, tomar constantes y cosas básicas que no entrañen un riesgo para ellos ya que estamos aprendiendo ( y aunque parezca un aburrimiento y pienses que no aprenderás nada te aseguro que te equivocas). A medida que te adaptas y sepas como es el tema en tu lugar de trabajo (prácticas)  sabrás moverte, estar alerta y tenerlo todo limpio y en orden sin necesidad de que te lo digan . 
Ahora vamos con lo positivo, en mi caso he tenido muy pocas experiencias, yo me he especializado en la atención de las urgencias (es mucho más duro) y he conocido pocos casos de una buena recuperación, pero los hay y ahí ves que tus cuidados, tus alentaciones y el amor que le has dado han servido, es cuando montas una fiesta y sientes lo guay que es tu trabajo. Esos momentos son los que a mí me han hecho decidir que me gusta mi trabajo, no en su totalidad, pero sí la gran parte. He entrado a quirófano y ayudando al veterinario he descubierto que es algo que me encanta, me gusta ayudarlos e intentar ser lo más útil para ellos. Soy consciente de que no soy de las mejores que han pasado por allí, que hay auxiliares mucho mejores que yo pero como me fascina mi trabajo intento siempre superarme y me siento orgullosa de ello.
He visto pasar personas de prácticas que se quejan por que tienen que hacer muchas funciones que no lleva un trato directo con los animales, he visto gente cansada y sentarse mientras los demás trabajamos, he visto gente que se marea al ver sangre, ir un día y al siguiente dejar de asistir a las prácticas por que no eran lo que esperaban. Así que si tú quieres ser un auxiliar tienes que tener en cuenta todo esto y mucho más, tienes que ser fuerte, tienes soportar injusticias por parte de sus dueños(ya que muchos que ni los cuidan quieren milagros) y ver el lado más lamentable y deplorable de los animales, ver como sufren y agonizan, es muy duro pero también ver la evolución favorable es mucho más que satisfactorio.
Si descubres que te encanta a pesar de todo eso, adelante, serás un gran auxiliar.


¡Buen día!